Instalar un sistema fotovoltaico requiere una serie de pasos cuidadosamente coordinados desde la evaluación inicial hasta la legalización de la instalación. A continuación, detallamos cada etapa para comprender mejor cómo se desarrolla este proceso integral:
El proceso comienza con una visita al sitio de instalación, donde un equipo de profesionales evalúa la ubicación, toma medidas y recoge datos esenciales. Esta información es crucial para diseñar un sistema fotovoltaico eficiente y adaptado a las características específicas del lugar.
Utilizando la información recabada, se elabora un presupuesto detallado que incluye materiales de alta calidad, asegurando la durabilidad y la eficiencia del sistema. Este presupuesto está diseñado para cumplir con las necesidades específicas del cliente y del entorno.
Una vez que el cliente acepta el presupuesto, procede al pago del 50% del costo total, lo cual facilita el inicio de los procedimientos para la adquisición de los equipos necesarios.
Con el anticipo recibido, se realiza el pedido de los equipos y materiales necesarios para la instalación del sistema fotovoltaico.
Antes de la llegada de los equipos, se gestionan los permisos y licencias requeridos. Este paso es crucial para asegurar que la instalación se realice conforme a las normativas locales y nacionales vigentes, evitando demoras o problemas legales.
Los equipos generalmente llegan al sitio de instalación aproximadamente tres semanas después de haber realizado el pedido.
Antes de iniciar la instalación, se lleva a cabo un replanteo en el sitio para confirmar que todo esté conforme a lo planificado y preparado para la instalación.
Los técnicos instalan los paneles solares y configuran el sistema completo. Tras la instalación, se realiza una prueba para asegurarse de que todo funcione adecuadamente.
Una vez que la instalación está operativa, se proporciona al cliente una sesión informativa detallada sobre cómo operar el sistema y realizar el mantenimiento básico, garantizando su eficiencia a largo plazo.
El último paso involucra la legalización de la instalación. Esto incluye la inscripción en los registros apropiados y la obtención de las autorizaciones necesarias por parte de las autoridades locales, asegurando que la instalación cumple con todos los estándares y regulaciones aplicables.
Este proceso meticuloso no solo asegura la efectividad y seguridad de la instalación, sino que también garantiza que cada sistema fotovoltaico instalado aproveche al máximo el potencial solar disponible, ofreciendo una fuente de energía limpia y renovable por muchos años.